El PSOE-A debería haberse pronunciado desde el inicio a favor de un Gobierno de coalición o de un pacto de gobierno que garantizara su estabilidad durante la legislatura. No podemos olvidar que las elecciones las convocó anticipadamente la presidenta Susana Díaz precisamente para dotar al nuevo Gobierno de la estabilidad necesaria. Ese debería ser el objetivo estratégico central y, por consiguiente, la preocupación política más importante de la presidenta.
Sin embargo, sin ni siquiera haber iniciado el turno de conversaciones, la candidata socialista ya ha cerrado esta cuestión declarando que gobernará en solitario. Probablemente hoy no sea posible en Andalucía un Gobierno de coalición, ni un pacto de gobierno debido a los intereses electorales en juego en el conjunto del Estado, pero por responsabilidad el PSOE-A tenía que haber ofrecido diálogo y acuerdo en torno a este objetivo. Y no lo ha hecho porque se han situado los intereses del partido por encima del interés general.
(X. Gurrutxaga en Vocento)
Y los mismos miedos que se observan en el PSOE-A pueden apreciarse en los otros cuatro grupos políticos parlamentarios andaluces. Sin exclusiones.