El alto, el fuego en Gaza, que de momento parece estarse manteniendo no tiene detrás un proceso ni mecanismos para prevenir ataques y avances, israelíes, ni para forzar al ejército israelí a retirarse.
Mientras Trump habla del éxito del plan de paz, los israelíes mantienen los dedos en los gatillos de armas que siguen apuntadas a la población civil de Gaza. (martin.gak)

jueves, 19 de mayo de 2016

De gobernantes de aquí a de allá

Al otro lado de los mares, Donald Trump mete un mordisco a las raíces de la convivencia, desprecia a las mujeres, humilla a los inmigrantes y opta al premio "un maletín con las claves nucleares". Para cortarle el paso tiene precisamente a una mujer.

Mientras aquí los progres, todos hombres por cierto, se la cogen con papel de fumar reivindicando que no hay cambio posible, que nos hemos equivocado los votantes y que tenemos que volver a las urnas para acertar los resultados que ellos llevan en el bolsillo. 

No puedo respetar al billonario neoyorkino, pero tampoco los de por aquí andan sobrados de respeto y no es precisamente escaso el ego que exhiben. 

Aquí, en Euskadi, estuvimos a punto de zozobrar, y ahora me siento orgulloso de haber "casi" superado aquel dolor. Del respeto a la diferencia, de eso sabemos aquí, y de que nuestros inolvidables muertos, todos nuestros muertos, nos llevaron a recuperar la cordura.