"El laborista Sadiq Khan gana las elecciones a la alcaldía de Londres con el 99% del recuento escrutado".
"La victoria de Sadiq Khan le sitúa como el primer edil musulmán de la capital inglesa".
"Un musulmán conquista por primera vez una gran capital europea".
Casi ningún diario se ha librado de nombrar la religión que profesa el nuevo alcalde. Nunca creo que se ha mencionado la religión del saliente ni tampoco se suele indicar si un nuevo cargo público cree en algún Dios o no.
No digo con esto que el tema no sea lo suficientemente relevante cómo para aparecer como noticia, si bien considero más importante el partido al que representa, las propuestas sociales que dice piensa defender y un largo etcétera que en una sociedad democrática como la inglesa, afortunadamente está por delante en el escalafón de puntos que la ciudadanía considera de interés y no tanto el nombre del Dios en que dice creer.
Aunque por otra parte tampoco podemos ser ingenuos e ignorar el evidente avance que la religión musulmana está teniendo en Europa. La importancia de la libertad religiosa debe de ir claramente en paralelo a una defensa a ultranza de estados laicos y democráticos, una realidad ante la que no podemos claudicar y que por primera vez un musulmán espero que defienda con la misma fuerza que lo hacemos quienes no profesamos religión alguna y muchos de los que se proclaman seguidores de cualquiera de las religiones cristianas de Europa.