Cuando a iniciativa de PSE y PP, que por aquel entonces sostenían al Gobierno de Patxi López, se aprobaba que en el plazo de un mes Lanbide pasaría a gestionar las RGI, la parlamentaria del PNV Garbiñe Sáez advirtió de que la inmediatez de los cambios previstos iba a provocar “un caos y la saturación de los servicios de Lanbide”. En efecto, así ocurrió.
Lo realmente extraño es que se hayan tardado casi cinco años en plantear revertir lo que se ha comprobado que no funciona. Sobre todo porque quienes avisaron entonces llevan casi cuatro gobernando. (www.deia.com)