Esperemos que el fracaso haya sido una cura de humildad para todos los partidos. Que se hayan dado cuenta de que no es la realidad la que se tiene que amoldar a sus deseos..., sino sus deseos a la realidad. Supongo que nadie desea que se repita lo ocurrido. No lo permitiría la sociedad y entraríamos en una grave crisis política.
Dentro de las distintas hipótesis, lo más probable es que el Partido Socialista, tras las elecciones, tenga nuevamente la llave de los acuerdos. Para que esa llave sea eficaz, convendría que el PSOE tuviera más votos y menos prejuicios. Tendrá que dejar de mirar tanto a Podemos.
Una cosa es la izquierda radical y otra la socialdemocracia. Y ésta debe mirar al hacia el centro, sin dejar de ser de izquierdas. La izquierda radical es otra cosa, tan legítima como las demás, pero se encuentra a gusto en un extremo ideológico del mapa político. En cambio, la socialdemocracia solo es fuerte cuando está en la centralidad, la moderación y el realismo. Ya lo dijo, hace muchos años, Indalecio Prieto: «La política es un arte de realidades y no un fumadero de opio».
Eguren en El Correo