Cartel recordando las medidas de seguridad en la puerta de una aula ante el nuevo curso escolar. |
Cuando más de una persona o entidad es corresponsable de una tarea, hay dos resultados extremos posibles.
En un lado está el equilibrio cooperativo: las partes responsables se ponen de acuerdo para que salga adelante porque saben que un buen resultado les beneficia a todos a largo plazo.
Pero siempre acecha, y por desgracia muchas veces sucede, el desarrollo contrario: nadie se hace cargo, y cada uno se ocupa de culpar al resto porque no se hizo lo que se tenía que hacer.
¿Es porque tenemos “17 sistemas educativos”, como sugieren algunos?
La falta de corresponsabilidad no es inherente a un sistema descentralizado, sino que depende tanto del entorno institucional como de las decisiones de los actores, en este caso de los políticos. Si son incapaces de construir confianza entre ellos, si no hay incentivos para que se dé, la cooperación no podrá arraigar.