Para gran desazón de los españoles de bien, solo algunos periódicos se hacen eco de la noticia relativa a la Fiscalía Anticorrupción que solicita la imputación de María Dolores de Cospedal y de Jorge Fernández Díaz por haber montado una red ilegal de espionaje con el fin de robar información a Luis Bárcenas sobre la financiación ilegal del PP.
Ninguno de los grandes periódicos ha considerado la noticia merecedora de abrir página. La Razón ni siquiera la lleva a su portada. Es comprensible. La corrupción en el PP ha sido tan generalizada que es normal que ya no sea casi ni noticia.
El caso es que el pozo infinito de corrupción al que el PP ha ido arrojando la dignidad política española ya aburre. No me extrañaría que, dentro de poco, nuestros periódicos clásicos abrieran una mañana sus portadas con la constatación irrefutable de que un alto cargo del PP está limpio, saneado, impoluto como una sábana extendida sobre el césped a orillas del río.