Los niños han de volver al cole, y para ello se han de tomar todas las medidas necesarias para garantizar al máximo su seguridad y la de la comunidad educativa.
Está en juego el futuro de una generación de niños que quedará atrapada en un ascensor social que solo desciende.
Diez días de inasistencia a clase disparan la tasa de fracaso escolar que, en España, que lidera el ranking de la UE, es del 17,9%.
Es algo que no nos podemos permitir. Pese a los recortes, la Sanidad y sus profesionales están aguantando el envite de la Covid-19.
Y pese a los recortes, esperamos que la comunidad educativa también lo haga.
Porque está demostrado que un buen sistema educativo ayuda al crecimiento económico y eleva el PIB de cualquier país.
Es la mejor inversión.