Iñigo Urkullu, un hombre reconocido como metódico y de costumbres, volverá a perder la oportunidad de renovar una formula antigua y caducada, que otorga la presidencia de un país reconocido como democrático y laico en sus bases fundamentales a un presidente que en su quehacer diario debe mostrarse como tal, dejando al margen sus ideas religiosas y sus creencias en dioses o no. Lamentablemente no va a ser el caso.
Y así lo dejará patente hoy sábado en el acto solemne de jura de su cargo y repetirá la fórmula con la que ya aceptó la makila en 2012 y en 2016, fiel a la tradición y a las palabras pronunciadas por José Antonio Agirre en 1936 ante una sociedad mucho más religiosa y tradicional que la actual, y que arrancan así:
Apal apalik, Jaungoikoaren eta gizartearen aurrean, eusko lur gainean zutik, eta Gernikako aritzaren azpian, herri ordezkari zareten zuen aurrean, nere agintea zintzo beteko dudala zin dagit.
Humilde ante Dios y la sociedad, en pie sobre la tierra vasca, y bajo el roble de Gernika, con el recuerdo a nuestros antepasados, juro ante vosotros, representantes del pueblo, cumplir fielmente mi mandato. Lo juro.
Humilde ante Dios y la sociedad, en pie sobre la tierra vasca, y bajo el roble de Gernika, con el recuerdo a nuestros antepasados, juro ante vosotros, representantes del pueblo, cumplir fielmente mi mandato. Lo juro.
Sin duda no es un tema que me quite el sueño, ni creo fundamental para un ejercicio razonable del cargo, pero es un detalle simbólico que sobra sin excusa alguna.
Que no tengamos que esperar a que un Lehendakari musulmán quiera modificar el texto. Que sea la sociedad laica la que lo entienda así.
PD.:
Que ningún ex lehendakari nacionalista se haya presentado por problemas de agenda huele raro, raro, raro.
El único que ha dado la cara el Lehendakari Lopez. Curioso.
PD.:
Que ningún ex lehendakari nacionalista se haya presentado por problemas de agenda huele raro, raro, raro.
El único que ha dado la cara el Lehendakari Lopez. Curioso.