No es que me parezca mal que una vicepresidenta del Gobierno visite la única monarquí absolutista europea.
Además viendo y oyendo como babea la derecha española por el tema se me quitan las dudas.
Ahora bien, como acabo de escribir sobre la nominación de Celaá como embajadora allí,
como sigo recordando que no hay gobierno en España capaz de replantearse el concordato,
el mero echo de ver a toda la delegación vestida de negro me sigue dando un poco de yu-yu.
Además viendo y oyendo como babea la derecha española por el tema se me quitan las dudas.
Ahora bien, como acabo de escribir sobre la nominación de Celaá como embajadora allí,
como sigo recordando que no hay gobierno en España capaz de replantearse el concordato,
el mero echo de ver a toda la delegación vestida de negro me sigue dando un poco de yu-yu.