Las izquierdas no socialdemócratas europeas
no pueden aplicar en 2025 a la actual situación geopolítica mundial
un discurso antimilitarista en los mismos términos que hace cuatro décadas.
El rechazo a la OTAN no tiene hoy el mismo significado que en 1986

martes, 23 de mayo de 2023

Condenar la violencia verbal y gestual, sí.
Todos los insultos, en todas las situaciones.

Los países no son racistas. Son algunos de sus ciudadanos/as. El odio entre personas es un problema muy serio en nuestra sociedad.  En España hay racismo sí, evidentemente, como en todas las partes del mundo, y encuentra su altavoz más sonoro en las competiciones de fútbol. 
Por cierto, Brasil es uno de los países donde más racistas hay del mundo.

En otros países se ha empezado a atajar. En España, no. Los insultos y desconsideraciones de aficionados, desde siempre, contra árbitros y jugadores rivales demuestran en demasiados momentos que al deporte rey le faltan cabeza y corazón y le sobra "amor al dinero".

No hay derecho al insulto racista. Ni al insulto en general: "hijo puta", "gorda", "enano" también pueden provocar el mismo efecto a la persona implicada. No nos rasguemos las vestiduras solamente por un tipo de insultos.

 ¿Y la violencia verbal de los políticos? En mi opinión, debería de ser uno los ambientes mas sencillos para atajar. Escuchando a los representantes de la derecha y derecha extrema esta última legislatura en las instituciones de este país, no entendería que se castiguen a unos en los campos de fútbol y no a otros en las instituciones.
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Y dicho todo lo anterior, reconozco que a Vinicius no le sigo, pero creo poder decir que, con lo poco que le he visto, es un jugador que como persona, me parece chulesca, soberbia, provocadora y poco ejemplar. Lo dicen los jugadores de los equipos adversarios en general. Por ejemplo, recuerdo su actuación en la final de copa de este año. Pero evidentemente, eso no quita todo lo anterior.