Un imparable deterioro de la sanidad
y la educación públicas,
pérdida de derechos laborales,
estancamiento de las pensiones,
un incremento de la especulación inmobiliaria,
problemas para interrumpir el embarazo
o acceder a una muerte digna,
medidas contra el medio ambiente,
represión de los movimientos ciudadanos,
abusos policiales,
sentencias judiciales sesgadas y antidemocráticas,
exaltación del franquismo,
vuelta al catolicismo rancio,
un recorte de derechos de los inmigrantes
y las personas LGTBI, ...
Un panorama desolador que acabaría generando
descontento, frustración y lamentos
como sucedió con el PP de Rajoy.
La derecha española está impregnada de franquismo.
Y si encima se empareja con VOX,
un partido que no cesa de avivar el odio y la confrontación,
aún es mucho más preocupante.