En todos los sistemas "más o menos federales", hay políticas que siendo competencia exclusiva de los territorios, la federación interviene, a poder ser de manera consensuada, cuando se convierten en un problema general. Y esto, dicho así, suena bastante razonable. Condenar una colaboración del Gobierno central, por principio, y sin decir nada más que es una "intromisión competencial" no es de recibo.
Es verdad que Vivienda es una competencia autonómica, pero también es evidente que es un problema que las comunidades están demostrando que no están sabiendo solucionar. Y cuando ocurre algo así, lo que suele pasar en los sistemas federales es que la federación interviene y lo hace poniendo fondos.
Pero claro, para hacerse de forma correcta se requiere de un proceso de diálogo con los territorios. Y creo que aquí no ha habido un trabajo de cooperación.
Y ojito, que empezamos a oler el deterioro del consenso sobre el autogobierno. Y cuando no se renuevan los consensos hay sucesos insospechados, terreno abonado para el populismo.