Robert de Niro es uno de los actores más reconocidos de Hollywood. A sus 80 años, el veterano intérprete puede presumir de acarrear una larga y exitosa trayectoria profesional en sus espaldas. Si algo caracteriza al intérprete de Taxi Driver y El Padrino, es que no suele callarse nada de lo que piensa sobre el mundo de la política. Y en este caso, me gusta y comparto.
Robert aseguró a las puertas de los Juzgados que el empresarioamericano metido a política quiere “destruir no solo la ciudad, sino el país y, eventualmente, podría destruir el mundo”.
“Consiguió que los evangélicos más religiosos aplaudieran a un pecador que se jactaba de agresión sexual, y un jurado lo declaró responsable de abuso sexual”.
“Si entra, puedo decirles ahora mismo que nunca se irá”, decía, para después asegurar que el empresario es un “payaso” y un “tirano”.