Hoy se cumplen 24 años del asesinato en Sopelana de Francisco García San Miguel, era policía y trabajaba en el parque móvil de Getxo de conductor, tenía 27 años, estaba casado y era padre de una niña de un año. Era el 14 de Julio de 1983 y le asesinaron al bajarse del tren en Sopelana cuando regresaba de trabajar en el turno de noche.
Es cierto que desde las instituciones nunca se ha preocupado nadie públicamente en el municipio ni por su familia ni por mantener un recuerdo vivo de quien fue asesinado para imponer un proyecto totalitario a una sociedad que quiere vivir libre y respetando los derechos de todos.
No se si es el momento, lo que sí es más que evidente es que su muerte solo ha traído desolación y tristeza a unos y ninguna ventaja a nadie. Fue y es un ejemplo más de la inutilidad del asesinato con aparentes fines político-sociales en una democracia que se estaba asentando entonces y que ahora esta consolidada aunque sea, como todas, manifiestamente mejorable.