En el aniversario de su muerte, merece la pena que todos recordemos aquel momento que hoy, visto a media distancia, podemos reconocer como el de un cambio importante en la actitud de muchas personas, hasta entonces mucho más pasivas, ante la violencia de ETA.
Hoy en día, a pesar de que el PP parece querer "apropiarselo", algo de lo que no se le puede acusar solo a ellos, Miguel Angel será siempre un símbolo para todos los demócratas.