Los piratas informáticos no tienen un ojo vendado,
ni una pata de palo,
pero ven claro el futuro imperfecto
y corren que se las pelan.
Mientras el mundo sea global,
y eso es imposible evitarlo,
y la Justicia sea tan parcelada y estanca
como los reinos de taifas antiguos,
no habrá terreno más fértil para actuar.