La última soberana desfachatez que ha cometido el presidente indigno del Gobierno es negarse a ir a declarar a la Audiencia Nacional y solicitar hacerlo con su amado plasma.
Sólo hay dos opciones: o su nivel de estupidez de Rajoy es tan grande como la corrupción que asola al PP (hasta el punto de haber sido calificada por la Justicia como “organización criminal”) o cree que lo es el nuestro.
¿Quién se cree que un presidente que pide declarar por plasma en plenas vacaciones de verano, para pasar lo más inadvertido posible, de veras está comprometido con la lucha contra la corrupción? NADIE.
blogs.publico.es/david-bollero