en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

viernes, 27 de octubre de 2017

Dos hombres torpes, sí, Rajoy y Puigdemont, Puigdemont y Rajoy, que llevan meses jugando con nosotros con las cartas marcadas.

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En el desastre estamos, o al menos muy cerca de él. En medio los trabajadores, los pensionistas, los estudiantes, los parados, las empresas, la sociedad toda de Catalunya y del resto de España que sufre ya y sufrirá más aún en el futuro los efectos de esta insensatez.

Mariano Rajoy no da sorpresas. Ya sabíamos desde hace años que detrás de esa aparente tranquilidad, de ese como-dios-manda, de esa impostada serenidad, solo hay inseguridad, falta de talento y unos posos amargos de autoritarismo que le conectan con una de las peores épocas de nuestra historia. Nada podía salir bien con este PP y con este presidente. Nada podíamos esperar ni de él ni de su vicepresidenta. Ninguna seguridad jurídica podía ofrecernos un partido agujereado por la corrupción y un Gobierno con sus más destacados ministros reprobados por el Congreso, inhabilitados por tanto por los representantes de los ciudadanos, el tribunal más democrático que pueda haber.

Tampoco están sobrados de decencia Puigdemont, su Govern y los partidos que les sostienen. En una insensata carrera contra la realidad, bien organizada, sí, pero profundamente excluyente y antidemocrática, han olvidado las matemáticas electorales, han ninguneado al Parlament y han tomado una ruta, empujados por los más radicales, que solo puede conducir a una declaración unilateral de independencia (DUI).

Entre unos y otros han conseguido colocarnos a todos en un escenario nuevo y sin duda peor. En un tiempo de incertidumbre absoluta y duradera. En una época, que no será breve, plagada de incógnitas, tensiones y, probablemente y por desgracia, incidentes dentro de las instituciones y fuera, en las calles de las ciudades y pueblos de Catalunya y resto del Estado.

Dos hombres torpes, sí, Rajoy y Puigdemont, Puigdemont y Rajoy, que llevan meses jugando con nosotros con las cartas marcadas.