en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

domingo, 1 de octubre de 2017

Y ahora ... ¿Quién desacelera esta locura?

Confiemos en que hoy la situación no se le escape de las manos a ninguna de las partes y se pongan como objetivo intentar reparar los enormes daños causados durante esos últimos meses. 

Por un lado, en la parte "españolista" la exacerbación nacionalista actual se acumula a la desarrollada durante la campaña del PP contra el Estatut hace una década. A las frases de "a por ellos" en muchos pueblos de la España profunda y a los aguiluchos infiltrados por organizaciones políticas que han visto la posibilidad de pescar en río revuelto se les ha dado carnada que resultará difícil redirigir y encauzar democráticamente.

En el lado catalán ha crecido casi en paralelo y se ha disparado en los últimos años gracias a la cerrazón de unos, al frentismo rupturista de la sociedad y a la alocada postura de los que se han encerrado en sus ensimismamientos alejados de la realidad. 

El Gobierno de Rajoy ha obviado lo ocurrido y no le debería extrañar que muchos le consideren el principal culpable de lo que pueda suceder y que cada vez sean más los que creamos que la solución y el acuerdo necesitará de un nuevo gobierno. 

Y en todo este hartazgo, que no se nos olvide de todo lo que nos han dejado de contar los medios de comunicación durante estos meses de unitema, no se ha hablado de los corruptos del PP y del PdCat, de lo muchísimo que nos han robado, no se ha hablado de los incendios que casualmente han eliminado pruebas de corrupción del partido gobernante, no se ha hablado de todos esos problemas de la ciudadanía que entre unos y otros han tapado a golpe de nacionalismo radical y alocado.