en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

jueves, 26 de octubre de 2017

Sin portazos, porfa.

Un pensamiento popular advierte de que antes de aprender a meditar, tienes que aprender a no dar portazos. Dicho de otro modo, no es posible la reflexión desde el malhumor, el resentimiento o el rencor. 

Las puertas hay que dejarlas siempre entreabiertas porque la vida da muchas vueltas y el encono de un día puede ser un problema para toda la vida. 

No condicionemos el futuro alegremente, contemos hasta diez antes de levantar la voz. Se puede ser vehemente sin mostrarse maleducado. 

Es posible enfadarse sin que el interlocutor lo deba recordar hasta el día del juicio final. Lo inteligente es no dar portazos, entre otras cosas porque con ello sólo se consigue hacer ruido. (lavanguardia.com/opinion)