
La coalición de centroderecha liderada por el ex Cavaliere acaricia esta noche los votos necesarios para convertirse en clave en el nuevo Gobierno, erigiéndose en inverosímil freno al populismo xenófobo y euroescéptico que amenazaba con alzarse en vencedor de los comicios celebrados en Italia.
Y en Bruselas, contentos. Porque de lo malo, malo, y ante la subida de Cinco Estrellas y de La Liga del Norte, en los despachos de la Unión se confiaba en el ex Cavaliere para hacer de muro de contención contra el populismo xenófobo y euroescéptico.
Vivimos tiempos jodidos, pero pensar que tenemos que alegrarnos del triunfo de este señor, porque la alternativa era aun peor, nos tiene que dar mucho que pensar. ¡Qué tiempos!