
En apenas unas setenta y dos horas, las que van desde el viernes de Dolores a este Domingo de Ramos, Mariano Rajoy ha logrado que Jordi Turull y Carles Puigdemont se hayan visto obligados a entrar en una prisión española, el primero, y luego en una prisión alemana, el segundo.
Le toca, pues, a sus adversarios entrar en una larga semana de pasión política.