-La movilización de ayer en las calles ha sido incluso mayor de lo esperado.
-Hay motivos para la alegría de quienes han convocado los diversos actos y también para no racanear la condición de histórico de lo logrado.
-Es verdad que no se ha inventando el mundo y que en el pasado hubo mareas reivindicativas de gran calado, desarrolladas en contextos sociales y temporales bastantes más jodidos que el actual. Pero después de haber convertido el 8 de marzo en rutina casi machacona que pasaba sin fu ni fa, esta vez se ha conseguido marcar la agenda.