El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

miércoles, 28 de marzo de 2018

Qué bonito sería que se impregnasen de realismo (PDeCat) unos y de coherencia (PNV) los otros

Texto : Alberto Ayala en El Correo
La lógica política aconsejaría que el soberanismo catalán se diera un buen baño de realismo, abandonara unilateralidades y nombrara un president que forme un Govern que coja otra vez las riendas de aquella tierra. 

Pero después de vender tantas medias verdades y tantas mentiras a la ciudadanía catalana, los recién llegados al liderazgo ‘indepe’ no terminan de atreverse a girar y vuelven a marear la perdiz con una supuesta investidura de Puigdemont del todo punto imposible, que no ven ni ERC ni una parte del PDeCAT.

Ojalá el nacionalismo encuentre pronto esos líderes realistas, como los tenemos de momento en Euskadi, que practiquen y expliquen que las ideas se defienden dentro de la ley, y que para reivindicar algo tan trascendente como es la secesión de una parte de un Estado qué menos que contar con una amplia mayoría en las urnas.

Pero también habría que resaltar que por aquí no estaría mal que el PNV fuera más consecuente con su prédica y dejara de prestar un apoyo acrítico a los soberanistas catalanes sólo por serlo. Se llama coherencia.

Porque si el lehendakari Íñigo Urkullu quiere seguir enviando señales de estabilidad a los poderes europeos y teme con razón el ascenso de Ciudadanos, debería de avisar a Sabin Etxea, que sin dejar de transmitir mensajes de cariño a Barcelona, consideren que la política catalana se ha convertido en un embrollo sin pies ni cabeza, y que no merece una "solidaridad" tan mal entendida.