Elon Musk vuelve a desafiar las leyes de la UE y, si no tomamos medidas, se saldrá con la suya.
Su red social, X, se ha convertido en un altavoz de extremistas que difunden bulos sin control, pese a que la normativa de la UE creada para evitar precisamente eso. No se trata solo de una persona o una red social; la verdadera cuestión es si la UE aplicará sus leyes para proteger la democracia o se someterá a las grandes corporaciones tecnológicas.
Su red social, X, se ha convertido en un altavoz de extremistas que difunden bulos sin control, pese a que la normativa de la UE creada para evitar precisamente eso. No se trata solo de una persona o una red social; la verdadera cuestión es si la UE aplicará sus leyes para proteger la democracia o se someterá a las grandes corporaciones tecnológicas.
Por eso, nos hemos unido a especialistas de toda Europa para enviar una
carta a Henna Virkkunen, responsable de la regulación digital de la UE, y expresarle nuestras preocupaciones. Pero una carta no es suficiente; necesitamos asegurarnos de que nuestro mensaje llegue hasta ella. Necesitamos que escuche la opinión de la ciudadanía europea.
Hace poco, Musk retransmitió en directo una conversación con el líder de un partido ultraderechista alemán, brindándole una plataforma para difundir su retórica extremista. Días después, le vimos hacer el saludo nazi en el discurso de investidura de Trump.
No podemos permitir que sus acciones queden impunes. Si las autoridades permiten que Musk viole las leyes europeas, enviarán un mensaje de impunidad y abrirán la puerta a nuevos abusos.