Una mujer de noche. Una casa y una visita inesperada. Ella, escritora, se preparaba para atravesar las horas a solas, pero ha llegado un hombre misterioso y viene con preguntas olvidadas. ¿Qué había en el cuarto de atrás? Este es un viaje por la luz y el recuerdo, el miedo a la sombra y la búsqueda de sentido. Una mirada valiente al pasado que guarda secretos y a las palabras que, a veces, pueden salvarnos.
El cuarto de atrás es una de las obras con las que La Abadía celebra el centenario del nacimiento de Carmen Martín Gaite. Con adaptación de María Folguera y bajo la dirección de Rakel Camacho, se acerca a escena un libro clave para comprender la memoria y esfuerzo de toda una generación de autores y autoras que tuvo que deshacer los tabúes de su infancia de posguerra para encontrar un camino propio.
Lo que convierte a esta obra en singular es su capacidad para habitar el espacio ambiguo entre el sueño y la vigilia; entre el realismo y lo onírico. El reparto de la obra está formado por Emma Suárez, Alberto Iglesias y Nora Hernández.
En mi humilde opinión personal, respetando todo lo anterior, a mí no me ha gustado. Después de haber visto con curiosidad, interés y detenimiento la adaptación, la dramaturgia, la puesta en escena y la interpretación, me ha quedado la duda sobre si el texto, que entonces tuvo su interés, lo ha perdido para una situación tan diferente como la actual o si la deficiencia ha estado al pasarlo de la narración literaria a las exigencias dramáticas sobre el escenario.
El cuarto de atrás es una de las obras con las que La Abadía celebra el centenario del nacimiento de Carmen Martín Gaite. Con adaptación de María Folguera y bajo la dirección de Rakel Camacho, se acerca a escena un libro clave para comprender la memoria y esfuerzo de toda una generación de autores y autoras que tuvo que deshacer los tabúes de su infancia de posguerra para encontrar un camino propio.
Lo que convierte a esta obra en singular es su capacidad para habitar el espacio ambiguo entre el sueño y la vigilia; entre el realismo y lo onírico. El reparto de la obra está formado por Emma Suárez, Alberto Iglesias y Nora Hernández.
En mi humilde opinión personal, respetando todo lo anterior, a mí no me ha gustado. Después de haber visto con curiosidad, interés y detenimiento la adaptación, la dramaturgia, la puesta en escena y la interpretación, me ha quedado la duda sobre si el texto, que entonces tuvo su interés, lo ha perdido para una situación tan diferente como la actual o si la deficiencia ha estado al pasarlo de la narración literaria a las exigencias dramáticas sobre el escenario.