El momento Trump pilla a la socialdemocracia con el pie cambiado y a Europa desarmada, sin un hecho ideológico diferencial que le dé singularidad y potencia.
Con la crisis del neoliberalismo parecía que los partidos socialdemócratas podrían recuperar el pulso y volver a jugar un papel articular, pero el paso del capitalismo industrial al digital y tecnológico les ha situado en una gestión de la economía en la que no encuentran los atributos diferenciales precisos.
En realidad, sólo la deriva de las derechas fascinadas por la tentación autoritaria que emana de las redes ha permitido a los socialistas conservar un punto de amable singularidad. Con liberales y conservadores atrapados en la trampa de la extrema derecha, el clima se endurece y los momentos de tensión abundan. Y la socialdemocracia cuenta más por la defensa de derechos de género y de expresión que por la diferenciación de sus políticas económicas, a menudo condicionadas por las nuevas élites tecnológicas.
En realidad, sólo la deriva de las derechas fascinadas por la tentación autoritaria que emana de las redes ha permitido a los socialistas conservar un punto de amable singularidad. Con liberales y conservadores atrapados en la trampa de la extrema derecha, el clima se endurece y los momentos de tensión abundan. Y la socialdemocracia cuenta más por la defensa de derechos de género y de expresión que por la diferenciación de sus políticas económicas, a menudo condicionadas por las nuevas élites tecnológicas.
El periodo de Trump puede ser la entrega definitiva de las derechas al autoritarismo y no se ve a las izquierdas con fuerza para volver a resultar atractivas para las clases populares.
Pero en España los socialdemócratas miden las posibilidades de que el duelo derecha-izquierda no se decante del lado contrario e intentan capitalizar la respuesta a la radicalización conservadora. Por eso el presidente invita a rebelarse contra la tecnocasta, a buscar una alternativa humanista europea, a acabar con el anonimato de las redes y a fijar responsabilidades.
¿Hay en este terreno una nueva vida para la socialdemocracia?
Cuestión de no dejarse intimidar.
¿Hay en este terreno una nueva vida para la socialdemocracia?
Cuestión de no dejarse intimidar.
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Pedro Sánchez intervenía en noviembre de 2022 en el 26º congreso de la I. S.,
que se celebró en Madrid. chema Moya (EFE)
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de-la-socialdemocracia-frente-a-la-era-trump