Es evidente que, tanto en Rusia como en EEUU, se han impuesto fuerzas políticas claramente antieuropeas en alianza con poderosas multinacionales tecnológicas, igualmente contrarias a lo que significa la UE.
A Putin y Trump les une, aparte del reparto de Ucrania, la animadversión a los valores europeos y a que nos unifiquemos de verdad.
No hay más que ver cómo intentan que la Unión quede marginada del posible acuerdo sobre Ucrania, es decir, que no pintemos una oblea en el tablero global.
De otra parte, tanto uno como otro apoyan a las fuerzas más ultraderechistas del continente, cuyas posiciones son abiertamente antieuropeas, con la finalidad estratégica de hacer volar por los aires el proyecto europeo, desde fuera y desde dentro.
La aversión u hostilidad que los Trump/Musk/Putin y otros tienen hacia la Unión Europea se sostiene sobre varias causas de diferente índole.
De entrada, porque una Europa políticamente unida la contemplan como una rival poderosa a nivel mundial.
Después, porque el modelo de la UE de contenido social, medioambiental y con reglas –es decir, democrático– es lo que más puede repugnar a su visión y tendencias autoritarias.
No es una casualidad que Musk o el vicepresidente Vance hagan campaña a favor de los partidos de ultraderecha europeos. Ellos saben que si esos partidos fuesen hegemónicos, sobre todo en los países centrales, la UE desaparecería en su forma actual y se retrocedería a la Europa de las pequeñas naciones supuestamente “soberanas”, presas fáciles para las ambiciones e intereses de las grandes potencias.
(eldiario.es/opinion/objetivo-batir-union-europea)
A Putin y Trump les une, aparte del reparto de Ucrania, la animadversión a los valores europeos y a que nos unifiquemos de verdad.
No hay más que ver cómo intentan que la Unión quede marginada del posible acuerdo sobre Ucrania, es decir, que no pintemos una oblea en el tablero global.
De otra parte, tanto uno como otro apoyan a las fuerzas más ultraderechistas del continente, cuyas posiciones son abiertamente antieuropeas, con la finalidad estratégica de hacer volar por los aires el proyecto europeo, desde fuera y desde dentro.
La aversión u hostilidad que los Trump/Musk/Putin y otros tienen hacia la Unión Europea se sostiene sobre varias causas de diferente índole.
De entrada, porque una Europa políticamente unida la contemplan como una rival poderosa a nivel mundial.
Después, porque el modelo de la UE de contenido social, medioambiental y con reglas –es decir, democrático– es lo que más puede repugnar a su visión y tendencias autoritarias.
No es una casualidad que Musk o el vicepresidente Vance hagan campaña a favor de los partidos de ultraderecha europeos. Ellos saben que si esos partidos fuesen hegemónicos, sobre todo en los países centrales, la UE desaparecería en su forma actual y se retrocedería a la Europa de las pequeñas naciones supuestamente “soberanas”, presas fáciles para las ambiciones e intereses de las grandes potencias.
(eldiario.es/opinion/objetivo-batir-union-europea)