- Y nuestro Pelayo se presenta con la fórmula de López Vázquez:
“Santiago Abascal, un admirador, un esclavo, un amigo, un siervo”.Suena a chiste viejo, uno de aquellos de “esto van un inglés, un francés y un español…”, pero maldita la gracia: esto van un húngaro, un italiano, una francesa, un estonio, un polaco, un portugués, un neerlandés, un austríaco, un checo y un español, y se reúnen en Madrid para llamar a una nueva “reconquista”. Perdón, Reconquista, con la mayúscula nacional-católica de gran gesta histórica: la expulsión de los moros por los cristianos, auxiliados por el apóstol “Santiago y cierra España”.
Trabucaba Valle-Inclán en Luces de Bohemia el grito de guerra reconquistador para convertirlo en un “Santiago y abre España, a la libertad y al progreso”.
Pero estos nuevos reconquistadores, parece que con el viento de la historia a favor, gritan hoy un “Santiago y cierra Europa” cuyo significado está claro: vienen a por nosotros.