Lo peor en el mundo no son los malvados, son los tontos, ya que son fácil presa para los primeros.
Porque si tú juntas 1000 tontos con 1 malvado, al final tienes 1001 malvados.

martes, 18 de febrero de 2025

El triunfo de la barbarie.
El reparto del mundo entre fieras:
la antigua URSS a disposición de Putin,
el mercado mundial para China
y el plan MAGA dominará América

Lo de Trump tiene su lógica: el reparto del mundo entre fieras, como en el pacto Molotov-Ribbentrop de 1939.

El único obstáculo es Taiwán. En lo demás, con la exURSS a disposición de Putin y el mercado mundial para China, el plan MAGA desplegará su dominio imperial sobre América, de Groenlandia a Panamá. Y mientras Israel controla Oriente Próximo, la familia Trump creará un universo de ocio y lujo, con sus socios saudíes, desde el desierto al cementerio de Gaza, convenientemente limpiado de cadáveres y de supervivientes. Una distopía pintada en rosa: ‘Trumpyland’.

Trump busca sucursales en Europa, y rápidamente las encuentra, de la Meloni y la Le Pen a Orbán. En España ya tiene a Vox, y la nulidad de Abascal no impedirá su avance. Sánchez debería pensar si vale la pena seguir promocionándole, y sofocando a Feijóo, o si es mejor restaurar la alianza de socialistas y conservadores que impulsó medio siglo de bienestar europeo y aquí asentó la Transición.

Al unísono con Putin, Trump necesita someter a la Europa democrática y no existe razón alguna para colaborar al triunfo de su barbarie.
elcorreo.com//antonio-elorza//triunfo-barbarie

Difícilmente encontrará Europa un motivo más claro y evidente para replantearse "amigos, conocidos y enemigos". 
Ninguna de las tres fieras nombradas está interesada en defender democracias al estilo europeo.
Ninguna de las tres fieras defenderá organismos como la ONU en su defensa de los DD.HH. a nivel planetario.
Si no sabemos reaccionar a tiempo, nos devoraran sin escrúpulos y me importa un higo quién me devore o quien nos pegue el tiro de gracia. Así simplemente, estamos condenados a desaparecer como regímenes democráticos.