Que un señor tenga un hijo dentro o fuera del matrimonio, con esta o con la otra, me importa un higo y no me gusta chascarrillear sobre estos temas, porque entiendo que entran a formar parte de la vida privada de cada uno donde en principio no deberíamos de entrar.
Ahora bien, si un ciudadano se caracteriza por vivir públicamente de su campaña en contra del tabaco, castiga a los que fuman, maldice a los que lo hacen y en un descuido, lo "pillamos" con un "habanos" fumándolo plácidamente y demostrándonos que no es ni el primero ni el septuagésimo quinto que se echa entre pecho y espalda, sí que me salen unas ganas irrefrenables de maldecirlo y dar a conocer su repelente falta de principios éticos y morales.
Algo parecido a lo anterior me pasa con los curas que oponiéndose desde el púlpito a las relaciones sexuales fuera del matrimonio, a los métodos anticonceptivos y a un sinfín de cosas mas, resulta que luego terminan reconociendo sus "debilidades" y les aparecen hijos e hijas de varias mujeres en un alarde poco consecuente entre lo que predican y lo que realmente practican.
Y un ejemplo de todo ello lo tenemos en el actual presidente de los paraguayos. ¡Maldito fariseo, mentiroso y falso!