Mi respuesta a esta últimas preguntas es un no rotundo. El centro político está en un soberanismo pragmático que, hace mas de cuatro años, ya puso sobre la mesa el concepto de Nación libre asociada. Una nación perfectamente viable por su perfecto encaje en la Constitución española y en Europa. Una nación capaz de aglutinar a la mayoría social vasca, normalizar el país y conseguir una convivencia en paz.
(Recogido del artículo de Iñaki San Sebastian)