Sin reyes, emperadores, grandes sacerdotes, militares u otros hijos de la gran chingada que enturbien, camuflen o directamente destruyan la primera definición.
Un modo de organizarse que defiendo para Euskadi y logicamente también, para todos los pueblos del planeta.
España vivió esta forma de gobierno que fue aplastada por los militares de turno. Desde entonces, la ciudadanía que vive en los diferentes pueblos que conformamos el actual estado, que unos llaman España pero que oficialmente se llama "Reino de España", nos vemos impedidos e imposibilitados de poder elegir al jefe de nuestro propio estado, imponiendose por derecho testicular.
De la misma manera que defiendo una relectura consensuada del Estatuto de Gernika entre los partidos políticos vascos que nos llevase a una nueva etapa de consensos y avances en el ejercicio democrático, igualmente defiendo la relectura consensuada de la actual constitución para situar el estado en una posición donde todos los cargos públicos de caracter político, incluida la jefatura del estado, sean elegibles por la ciudadanía.
¡Viva la república!