El Putin ruso no es comunista ni por asomo, y la América grande de Trump no es tampoco aquel país de las libertades del que tanto presumían.
Va camino de convertirse en una autocracia que impone la voluntad del presidente sobre todo, incluso sobre la justicia.
Ambos, Putin y Trump, son grandes colegas desde hace años, como hemos repetido algunos reiteradamente.
Y sus intereses no se dirigen prioritariamente al bienestar de sus ciudadanos.

jueves, 16 de abril de 2009

Curioso lo que sale de Génova 13 ¿no?

Una furgoneta de una empresa de destrucción de documentos confidenciales abandona la sede del Partido Popular... La foto fue tomada el 17 de febrero, en plena eclosión del 'caso Correa'

Recogido de el blog de Toño Fraguas