A través de la prensa digital me enteré que los sindicatos ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, HIRU y EHNE han anunciado la convocatoria de huelga general para el próximo 21 de mayo en el País Vasco y Navarra con el objetivo de denunciar la destrucción de empleo que se está produciendo en ambas comunidades, el "chantaje" patronal y las políticas gubernamentales.
La cita tendrá lugar apenas tres semanas después del pleno de investidura del primer lehendakari socialista en tres décadas. Asimismo, UGT y CC OO, que no han sido ni consultados ni invitados a sumarse, consideran que se trata de "una patada" a la posibilidad real de rehacer los puentes de diálogo entre las fuerzas sindicales.
Por otra parte Ortuzar, en relación a esta noticia y, en mi opinión, muy acertadamente, ha señalado que Euskadi no esta para huelgas generales y ha señalado que tenemos que trabajar para salir de la crisis. Tenemos que fomentar el dialogo para buscar soluciones. La responsabilidad y unidad entre diferentes actores sociales es el mejor camino que se puede seguir en estos momentos de crisis internacional.
Creo que el error de ELA en esta ocasión es enorme. De los demás coparticipes ni me extraña ni me importa lo que decidan. La actitud de ELA sí. Y ciertamente el camino que pretende abrir con esta convocatoria dista mucho de lo que sinceramente creo razonable y necesario en estos momentos.
Desde luego, en principio, el 21 yo no paro.