en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

1, 2, 3, no hagamos el ridículo otra vez.

En este país (o Estado, o nación de naciones, o nación de nociones) hubo una época en la que casi todos nos sentábamos los viernes delante de la tele para ver el 'Un, dos, tres'. Y Jordi Evole nos señala en "el Periódico" cómo se imaginaba concursando a Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría en el famoso concurso televisivo.

Y a Mayra Gómez Kemp preguntándoles:
"Por 25 pesetas cada una, díganme maneras de impedir un referéndum ilegal, como por ejemplo: Enviando a la Guardia Civil a una imprenta. Un, dos, tres, responda otra vez".

Mariano:
 Enviando a la Guardia Civil a una imprenta.
Soraya: Enviando a la Guardia Civil a un semanario.
M: Enviando a la Guardia Civil a un diario digital.
S: Requisando carteles.
M: Prohibiendo un acto en un local municipal de MadridS: Investigando a más de 700 alcaldes.
M: Identificando a periodistas.
S: Prohibiendo anuncios.
M: Requisando carteles… 


Y en ese momento aparecerían unas divertidas Tacañonas interpretadas por Puigdemont, Junqueras y Forcadell, que celebrarían la repetición con una de sus simpáticas rimas: "Mariano, a riesgo que me empapele, ha repetido usted carteles".


Lo que estamos viendo estos días es un esperpento, propio del final de una etapa (no sé cual). Llegados a este punto, ¿es legítimo ser crítico con la reacción del Estado y, con la misma legitimidad, estar en desacuerdo con la convocatoria de este referéndum? Yo creo que sí. Y les puedo asegurar que así están unos cuantos, la mayoría callados.