Mariano Rajoy. EFE el-diario.es/zona-critica |
La ciudadanía que no compartimos la opinión del partido que gobierna hoy en día España lo tenemos bastante claro, pero parece ser que ya hay gente cercana a la calle Génova que opina que todo lo bueno que tiene hoy ante la opinión pública la imagen de un Rajoy salvador de la ley, la Constitución y la patria pueda derivar en la constatación de que si esto se pone feo, y se está poniendo muy feo, los españoles puedan empezar a pensar que Rajoy no es la persona adecuada para resolver este gigantesco problema y que se le pueda empezar a ver desbordado por los acontecimientos.
Los titubeos de Juncker o editoriales como el de Le Monde pidiéndole que siga el ejemplo de Cameron no han caído bien en Moncloa. Y además los sectores mas integristas de la derecha española ya han empezado a levantar la voz y a exigirle mano dura.
De momento su respuesta ha sido prudente y pactada con el PSOE y con Ciudadanos pero el ardor de la fiscalía general del Estado anunciando que está dispuesta a detener a cientos de alcaldes independentistas o la cruzada del juez madrileño que prohíbe que se hable si quiera del referéndum no son buenos síntomas.
Una escalada de tensión verbal e incluso en la calle que nos acabe metiendo a todos en un callejón sin salida podría convertir a Catalunya en un peligrosísimo búmeran para Rajoy. Es cierto que hasta ahora los ha esquivado todos pero un día se le puede acabar la baraca.