El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

martes, 19 de septiembre de 2017

Entre la tragedia y la comedia y los "uno y trios" en su máximo explendor.

Marco Gardoquí plantea hoy en la prensa de Vocento que el problema catalán empezó siendo un drama nacional que apuntaba directamente hacia una tragedia colectiva. Luego se convirtió en una comedia que nos mantuvo meses entretenidos, para derivar ahora en una auténtica e intolerable payasada. 

Y me quedo con dos comentarios que realiza sobre PP y PNV :

Por un lado lo del Gobierno del PP, que después de mirar con calma el desarrollo de los acontecimientos y ejercitar una paciencia ilimitada con las ariscas actitudes de los independentistas se decidió a lanzar una ofensiva judicial por tierra, mar y aire. Ya, pero, si publicitar el referéndum es delito, ¿Por qué razón no detuvieron a todos los que actuaron en el mitin de Tarragona, pillados en flagrante delito? ¿Cuántos accionistas, gerentes y directivos de las imprentas que realizaron los carteles y la propaganda intervenidos por la Guardia Civil han sido detenidos? ¿De qué va esto? De payasada en payasada hasta la victoria payasa final.

Y por otro lado, lo del PNV este fin de semana ha alcanzado los máximos niveles de estrabismo político. Yo suelo compararlo con el Espíritu Santo, por lo de uno y trino. Sostiene al Gobierno del PP en Madrid, lo comparte con el PSE en Vitoria y apoya a los independentistas en las calles de Bilbao, con una alarde inusitado de grandes responsables del partido y de los gobiernos forales y municipales. Mientras tanto, el puchero propio lleno de proteínas de alto valor nutritivo y el lehendakari desairado con todo su Ejecutivo ausente de las calles.