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Pues igual así matamos dos pájaros de un tiro.
Abrimos la tumba, quemamos los huesos
y se los entregamos a la familia
a cambio de la mansión
que estos días está en entredicho.
Recuperamos la llave,
y nos ponemos a hablar y acordar
una readecuación de la misma
a los tiempos y necesidades actuales.
¡Venga!
Abrimos la tumba, quemamos los huesos
y se los entregamos a la familia
a cambio de la mansión
que estos días está en entredicho.
Recuperamos la llave,
y nos ponemos a hablar y acordar
una readecuación de la misma
a los tiempos y necesidades actuales.
¡Venga!