Ya sé que no fue la actividad más importante de su viaje y que, 
a veces, fijarse en los detalles simples anulan la visión completa 
y más objetiva del objetivo general: 
"El bosque, el dedo, bla, bla, bla ..."
"El bosque, el dedo, bla, bla, bla ..."
Pero no puedo resistirme a pensar que ese tipo de "regalitos" 
es más típico de presidentes de derechas como Rajoy o 
nacionalistas empedernidos. 
Presupongo que no es ni una cosa ni la otra.
Que un progre regale una camiseta del equipo del imperio
me sigue resultando difícilmente asimilable. Sin más.
