“En mi primer día del trabajo nuevo
me han colgado un puñado de llaves del cuello
y me han dejado sola
tengo encerradas a seis mujeres
a sus hijas y a sus hijos
no es una cárcel
solo cuido de que sus amantes
no las quieran demasiado“.
Una insólita creación escénica dónde tres actrices, en la piel y las entrañas de trabajadoras sociales, desnudan en “instantáneas de vida” el día a día de dos refugios -una Casa de Emergencia y una Casa de Acogida- para mujeres que eran víctimas de la violencia donde, Mada Alderete, la autora de este implacable poemario, trabajó durante siete años como educadora.
La elaborada banda sonora, en directo, de una creadora e intérprete sugerente e inconformista como es Ainara LeGardon, y las precisas -y preciosas- imágenes de Maialen Sarasua terminan de invocar un espectáculo desacorde que, sin condescendencia alguna, nos asoma, para mejor comprenderla y (re)-interpretarla, a una penosa verdad, en la que como dice su autora, los nombres propios que utiliza, son la única mentira.