“La vida es como una carrera, la recompensa no está en la meta, sino en cada uno de los metros del camino”.

lunes, 18 de marzo de 2019

Menos despedidas, más constitución.

lavanguardia.com/Kepa Aulestia
Los miles de catalanes que se trasladaron el pasado sábado a Madrid para manifestarse tras la pancarta “La autodeterminación no es delito. Democracia es decidir” recurrieron a un eslogan ocurrente, al corear “Hemos venido a despedirnos”. 

Una humorada que reflejaba, seguramente, la necesidad de los manifestantes de convertir su marcha por la capital de España en una experiencia distendida, y que permitía a la población anfitriona incluso mostrar alguna que otra sonrisa ante la broma. 

Pero el lema representaba mucho más que eso. 

Por una parte, dejaba a las claras el sentido preciso que los independentistas dan a la vindicación democrática de la autodeterminación y del derecho a decidir cuando ya han resuelto irse. 

Por la otra, y no menos importante, era el conjuro con el que quienes secundaban la consigna ­trataban de sacudir de sus mentes la evidencia: lo difícil que resulta desconectarse materialmente del Estado consti­tucional.