El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

martes, 6 de agosto de 2019

Armas, odio y discursos políticos.

elperiodico.com/es//armas-odio-y-

El odio combina mal con todo. Con la convivencia, con la racionalidad, con una conversación pública y política civilizada. Y con las armas, por supuesto.

El asesino yanqui asesinado idolatraba a Donald Trump, qué sorpresa. Parece ser que a juicio del pistolero solo hay una cosa peor que un hispano: un demócrata. Si el autor del tiroteo hubiera sido musulmán y hubiera asesinado a inocentes en nombre del islam, estaríamos hablando de terrorismo. Pero era blanco y con la cabeza amueblada como el presidente.


Los discursos de odio han existido siempre. Odio racial, misoginia, odio al que piensa, siente, ama o desea diferente. Cuando ese discurso de odio emana desde las instituciones, cuando se justifica de forma activa o pasiva, cuando no se condena sino que se incentiva, cuando se legitima, siempre puede haber alguien que se crea en una misión divina. 

Si tiene armas a su alcance, la tragedia está servida.