El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

miércoles, 11 de septiembre de 2019

La Diada que se celebra hoy está concebida como el primer acto de un crescendo emocional que debería llegar al clímax tras la sentencia del 1-O, que desencadenará una ‘respuesta de país’.

En el escenario que dibujará la sentencia, será decisiva la actitud y el acierto que demuestren las izquierdas.
Puede darse por sentado el griterío del PP, Ciudadanos y Vox compitiendo en la exigencia de cumplimientos íntegros de las penas que pudiese dictar el Supremo y tratando de sacar réditos del conflicto.
Pero ¿estarán las fuerzas progresistas a la altura del desafío que se avecina? Para empezar, ¿serán capaces de pactar los términos de una investidura y evitar la incertidumbre de unas elecciones? Y, luego, ¿sabrán, tanto el PSOE como la izquierda alternativa, mantener la sangre fría?
Habrá que acatar una sentencia que no gustará a nadie. Y será necesario buscar las vías que, desde el respeto al Estado de Derecho, permitan reconducir el conflicto al ámbito de la política.
Difícilmente se tejerá un diálogo efectivo sin resolver la situación penal de los líderes encarcelados. He aquí todo un desafío de imaginación, serenidad y valentía política.


  • 11 sep. 2019
  • El Correo - LLUÍS RABELL