En el escenario que dibujará la sentencia, será decisiva la actitud y el acierto que demuestren las izquierdas.
Puede darse por sentado el griterío del PP, Ciudadanos y Vox compitiendo en la exigencia de cumplimientos íntegros de las penas que pudiese dictar el Supremo y tratando de sacar réditos del conflicto.
Pero ¿estarán las fuerzas progresistas a la altura del desafío que se avecina? Para empezar, ¿serán capaces de pactar los términos de una investidura y evitar la incertidumbre de unas elecciones? Y, luego, ¿sabrán, tanto el PSOE como la izquierda alternativa, mantener la sangre fría?
Habrá que acatar una sentencia que no gustará a nadie. Y será necesario buscar las vías que, desde el respeto al Estado de Derecho, permitan reconducir el conflicto al ámbito de la política.
Difícilmente se tejerá un diálogo efectivo sin resolver la situación penal de los líderes encarcelados. He aquí todo un desafío de imaginación, serenidad y valentía política.
Puede darse por sentado el griterío del PP, Ciudadanos y Vox compitiendo en la exigencia de cumplimientos íntegros de las penas que pudiese dictar el Supremo y tratando de sacar réditos del conflicto.
Pero ¿estarán las fuerzas progresistas a la altura del desafío que se avecina? Para empezar, ¿serán capaces de pactar los términos de una investidura y evitar la incertidumbre de unas elecciones? Y, luego, ¿sabrán, tanto el PSOE como la izquierda alternativa, mantener la sangre fría?
Habrá que acatar una sentencia que no gustará a nadie. Y será necesario buscar las vías que, desde el respeto al Estado de Derecho, permitan reconducir el conflicto al ámbito de la política.
Difícilmente se tejerá un diálogo efectivo sin resolver la situación penal de los líderes encarcelados. He aquí todo un desafío de imaginación, serenidad y valentía política.