Hoy domingo volverá a realizarse la "procesión" o desfile en la que únicamente los hombres pueden participar como soldados.
Y un año más, la compañía mixta Jaizkibel reclamará, entre pitidos y plásticos negros, que esta situación termine.
En el desfile oficial hay unos roles claramente asignados. Los hombres tienen reservado el papel de soldados, mientras que las mujeres únicamente pueden hacerlo como cantineras.
Pero hace 26 años, unas mujeres del pueblo se miraron entre ellas y se preguntaron: ‘¿por qué no podemos salir con nuestros padres, hermanos y amigos en la misma compañía?
Visto desde fuera es inexplicable que se mantenga estas enormes diferencias de entender la fiesta, la incomprensible reclamación de la tradición para apegarse a momentos actualmente arcaicos y, sobre todo, es imposible de entender que algunos partidos políticos sean incapaces de manifestarse públicamente por la igualdad y la libertad por encima de los sexos.