Tras su exitosa estancia en Madrid, ha llegado al Teatro Arriaga una de las comedias de la temporada. Lleva entre nosotros más de diez días y acaba mañana.
Un grupo de amigos de toda la vida queda para cenar, alguien tiene algo que contar… Uno de ellos propone un juego: compartir los mensajes y llamadas de sus móviles durante la cena. ¿Alguien tiene algo que ocultar? ¿Jugamos?
En 2016 el italiano Paolo Genovese dirigió la película “Perfectos desconocidos” (Alex de la Iglesia hizo otra versión un año más tarde) y ahora la historia ha llegado a los escenarios teatrales de la mano de David Serrano y Daniel Guzmán.
En los 90 minutos que dura la función, no perdemos de vista a ninguno de los personajes. El escenario se convierte en la casa de los anfitriones y hasta cuando visitan el baño o salen al balcón, podemos ver lo que hacen. Esto imprime realismo a la historia que, sumado a la naturalidad con la que se mueven los siete actores en escena, da como resultado una comedia divertida y muy dinámica.
Según avanza la trama, el público va tomando conciencia de que lo que está presenciando es algo más que una comedia, es la vida misma, con sus contradicciones a pie de escenario. La amistad, la mentira, la incomunicación, los miedos, el deseo, el amor… Sin duda, estamos ante una de las obras que va a despuntar durante varias temporadas.