Los Borbones, con las últimas noticias de la nueva Fundación montada para la herencia de sus hijas, deberían de contar con escasitos apoyos en el país, pero hay que reconocer que no, que hay mucho borbonista con derecho a voto.
Pero ¿De dónde procede el mayoritario monarquismo agudo español?
Probablemente, del deficiente proceso de construcción de la nación española. En un país cuyas costuras territoriales no están bien rematadas, generaciones sucesivas de políticos han creído que la garantía de la unidad nacional era la corona. Y se haan agarrado a ella como salvadora de la nación aunque robe y se ria de toda la ciudadanía.
Además, por otra parte, el actual discurso de Felipe VI sirve fundamentalmente para que las derechas se hayan apropiado de la monarquía, igual que han hecho con la bandera y el himno. Y evidentemente, cuanto más se asocie la figura de la monarquía con la derecha, su legitimidad será menor.
El actual rey no me hará abandonar mis ideales republicanos, pero como de momento no veo a corto plazo la posibilidad de elegir Jefe de Estado democráticamente, y teniendo en cuenta que sería absurdo negar que Felipe VI desempeña el cargo con mayor profesionalidad e integridad que su padre, algo que no era muy difícil de hacer, desde aquí le mando un consejo.
Para que pueda ser reconocido su papel de Jefe de Estado por más capas de la población, debería rodearse de asesores menos conservadores y más sensibles a la pluralidad de valores que hay en nuestro país.
Ahí lo dejo.