No se comprende por qué la comunidad internacional no haya apostado todavía para que el Tribunal Penal Internacional (TPI) declare, de una vez, que las leyes y normas que se han aprobado en Afganistán contra los derechos de mujeres y niñas afganas constituyen un crimen contra la humanidad y que, como tal, sus redactores y responsables serán perseguidos en todo el mundo civilizado, capturados cuando sea posible, juzgados y enviados a la cárcel ese paso.
Si el régimen de apartheid que imperó en Sudáfrica fue considerado por la Asamblea General de Naciones Unidas a partir de 1973 como crimen contra la humanidad y si el Tribunal Penal Internacional declaró igualmente crimen contra la humanidad cualquier tipo de apartheid,
¿cómo no se ha reconocido ya el mismo delito en la situación que padecen mujeres y niñas afganas?
Quizás la única forma sea que las ciudadanas europeas, españolas y de cualquier otro país socio, la inundemos de mensajes exigiendo que tome medidas inmediatas para abrir ese proceso.
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Mujeres con voz, Mujeres con DERECHOS