El promotor del grupo lo justifica diciendo que “Ya va siendo hora de que se haga justicia con la capital del mundo. Bilbao se merece sus propias olimpiadas”.
Tras el previsto fracaso de la candidatura madrileña, y tras Chicago en el 2016, Bilbao puede ser la candidatura perfecta de una Europa 2020 que ya ni recuerda la crisis que pasó doce años atrás.
Por cierto, puede ser un buen motivo para replantearse la construcción del polideportivo de Mirivilla y trasladar los planes a un lugar más "olímpico".